Cuando se tiene un presupuesto ajustado, las tarifas de envío de SMS masivos más baratas pueden parecer atractivas. Sin embargo, las empresas que recurren a ellas pueden acabar perdiendo tiempo y dinero perjudicando su marca.
Las empresas nunca habían tenido que esforzarse tanto por captar la atención de los clientes y ganarse su confianza. Sobre el papel, las rutas grises de bajo coste y las granjas de SIM pueden parecer una buena apuesta comercial, pero podrían tirar por tierra relaciones construidas con mucho tiempo y esfuerzo.
Ambas opciones son de dudosa legalidad y pueden resultar muy perjudiciales para cualquier empresa.
Los SMS empresariales que se envían a través de una ruta gris son más baratos, pero no suelen garantizar indicadores clave de rendimiento (KPI) importantes, como tiempos, comprobantes de recepción o velocidad de entrega. En un entorno con tantas ciberamenazas como el actual, su falta de garantía de seguridad de los datos también supone un grave riesgo corporativo y reputacional.
Además de suponer un verdadero problema para la atención al cliente, lo más seguro es que termines perdiendo el tiempo y el dinero que has gastado y que pongas en riesgo la relación con tus clientes y la credibilidad de tu marca en el camino.
¿Qué son las «rutas grises»?
El tráfico de SMS empresariales o A2P (de aplicación a persona) suele enviarse de acuerdo con los protocolos de las redes anfitrionas. Si los mensajes A2P se enrutan internacionalmente a través de canales que no comparten un acuerdo de itinerancia al por mayor, los anfitriones no reciben compensación por sus servicios. Además, hay poco control de calidad y poca supervisión de los mensajes en términos de seguridad.
Las rutas grises (a diferencia de las rutas directas o blancas) hacen que los mensajes reboten en diversas redes en el trayecto entre el emisor y el receptor. Su objetivo es enmascarar el origen del mensaje y generar confusión en las redes de telecomunicaciones. Para que te hagas una idea de cómo funciona en la práctica, imagina que un mensaje se origina en España y que su destinatario también está en España. Sin embargo, en lugar de enviarse directamente desde el operador del remitente al del destinatario, se transmite a través de redes de todo el mundo para, finalmente, entregarse de vuelta en España a un coste reducido para el remitente.
Puede que el uso de las rutas grises no sea ilegal técnicamente, pero no es ético, ya que se utiliza para que el remitente evite pagar las tarifas de interconexión entre las redes pertinentes. Las rutas grises se aprovechan de un servicio que se diseñó originalmente para que los viajeros pudieran utilizar su teléfono sin problemas cuando estuvieran en el extranjero. Nunca estuvo destinado a un uso empresarial ni para envíos masivos de mensajes.
Si un presupuesto de SMS empresariales parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea
Las rutas grises y las granjas de SIM parecen competitivas, sobre todo si se las compara con el presupuesto de distribuidores que compensan a sus proveedores y utilizan rutas directas. Sin embargo, tienen puntos débiles que podrían hacerte perder el tiempo y el dinero que inviertas en ellas. Y lo que es peor: dañar tu reputación y hacerte perder a los clientes con los que tratabas de comunicarte.
Datos y clientes en riesgo
Desde el punto de vista de la seguridad de la información, las rutas grises suponen un riesgo enorme. La información de los clientes no está segura y se puede acceder al contenido de los mensajes, así como leerlo, copiarlo o modificarlo. De esta forma, los mensajes SMS con rutas grises son extremadamente vulnerables al contenido malicioso y corres un riesgo muy real de exponer a los destinatarios (recuerda: tus clientes) a un riesgo completamente innecesario. Y todo esto, a la vez que dañas la credibilidad de tu marca.
El problema de la recepción y la velocidad de envío
Los mensajes que se envían a través de rutas grises pueden retrasarse e incluso perderse y no llegar nunca a su destinatario. Es imposible hacer un seguimiento de los envíos y, en última instancia, la empresa remitente no tiene forma de saber si su mensaje se ha llegado a recibir.
Existen varias tecnologías para identificar y eliminar las rutas grises. La última tecnología detecta los SMS de ruta gris mediante el análisis en tiempo real de los mensajes que atraviesan la red. La tecnología no solamente detecta el correo no deseado, sino que también controla patrones de mensajería, tendencias, etc.
Como las rutas grises suponen una importante pérdida de ingresos para los operadores, las redes anfitrionas las cierran en cuanto las detectan. En este caso, los mensajes se pierden sin dejar rastro.
El auge de las granjas de SIM
Una tarjeta SIM es un chip que da a un dispositivo móvil una identidad en una red móvil para poder controlarlo a través de esa red (para activar llamadas, mensajería de texto y datos). La SIM también almacena información relativa a contactos, números de teléfono y, sobre todo, autorización de la red.
Con el objetivo de crear un servicio de mensajería masiva, en las granjas se agrupan tarjetas SIM que se conectan a servidores mediante un módem GSM. Los servidores se pueden programar para que marquen números de forma automática y para que envíen el mismo mensaje de texto a miles de personas. El mismo sistema también puede enviar automáticamente mensajes pregrabados. En las granjas se utilizan SIM no comerciales, que cada vez ofrecen más planes con mensajes y minutos «ilimitados». Valiéndose de esto, las granjas ofrecen tarifas baratas por mensaje sin consideraciones de legalidad ni éticas.
Razones para elegir rutas directas o blancas
Al elegir una empresa como Esendex, que se asocia exclusivamente con proveedores de telecomunicaciones de ruta directa para entregar los mensajes, obtienes ventajas inmediatas:
- Tienes garantía de seguridad y proteges a tus clientes contra el correo no deseado y los contenidos maliciosos.
- Obtienes velocidad y escala de entrega garantizadas.
- Disfrutas de un servicio fiable y de identificadores originales de remitente.
- Evitas los mensajes duplicados.
¿Quieres saber más?
En nuestra guía sobre rutas grises te explicamos qué son las conexiones directas, el papel de los agregadores y cómo las rutas grises pueden afectar negativamente a la credibilidad de la marca y la seguridad de tus clientes.